Quizás cause sorpresa que existan refranes graciosos, ya que, se ha hablado de que estos dan consejos y dejan alguna enseñanza, y ciertamente, independientemente del tipo de refrán, de cada uno se puede sacar valiosas lecciones.Pero hay que reconocer, que entre todos destacan aquellos que con ese particular juego de palabras y doble sentido hacen reír, especialmente cuando pensamos en la ocurrencia que tuvieron sus creadores.
Existen una gran cantidad de dichos que encierran su picardía, aunque algunos no parecen graciosos porque no se logran entender, en cuyo caso, es conveniente imaginar las escenas, sean reales o ficticias para atinar con el sentido de los mismos.
Todo este proceso de comprensión de los refranes pasa por indagar acerca de su historia, de la época en la que surgieron y sus presuntos autores, no obstante, sabemos que esos datos son desconocidos en muchos de ellos.
Esta fascinación por entender las frases que surgen de la sabiduría popular y logran hacerse “famosas” se ha llevado incluso a las escuelas, en donde se realizan actividades educativas para que se elucubre algo que trate de explicar cómo nacieron, debates sobre lo que tratan de transmitir, etc.
Hacer esto como costumbre en las escuelas sería excelente, en virtud de que desarrolla la creatividad de los jóvenes; además de fortalecer el deseo de investigar y conocer la cultura, incita a la sana discusión de distintos puntos de vista. Como se observa el aprendizaje es inmenso, jamás se olvidará lo aprendido y probablemente muchos se interesarán por esta forma de comunicación.
Entender refranes que causen gracia no es tarea fácil, a continuación se listan unos ejemplos:
- “A la hija tápale la rendija”, significa que la joven no debe ver algunas cosas para que no sufra daño alguno, ahora bien ¿dónde está lo gracioso?, en el doble sentido, se debe evitar la tentación ante los deseos de placer porque la honra se le puede ir por la rendija.
- ‘’La suerte de la fea la bonita la desea”, resalta que las mujeres agraciadas no tienen tanta suerte para el matrimonio como las que no lo son.Las personas se preguntan ¿dónde está la gracia? Se pueden imaginar a dos amigas, una no es muy bella pero se casa más rápido y las otras que lucían mejor hasta se quedan de solteronas.
Graciosos, sarcásticos, de amor, de amistad, independientemente del tema, los refranes han sido y seguirán siendo un modelo de comunicación que además de enriquecer el lenguaje, las personas adquieren conocimiento de la sabiduría popular.